La demanda de enfermeras es especialmente crítica y se espera que empeore cuando miles más dejen la fuerza laboral en los próximos cinco años. Según un nuevo informe del Consejo Estadounidense de Inmigración sobre las contribuciones económicas de los inmigrantes en Ohio, las ofertas de trabajo para enfermeras registradas aumentaron un 62 por ciento y un 187 por ciento para asistentes de enfermería entre 2017 y 2021. Hay muchos inmigrantes calificados que podrían ayudar a cubrir esos roles; sin embargo, las leyes de inmigración estadounidenses son demasiado estrictas. Las juntas médicas las establece cada estado y son demasiado restrictivas. Es necesario que existan vías que les permitan aplicar su experiencia y sus estudios para obtener una licencia. No tiene sentido pedirle a una enfermera con formación internacional y con cinco a diez años de experiencia que regrese a la escuela de enfermería para tomar clases básicas. Algunas posibles soluciones deberían incluir ofrecer licencias intermedias u otorgar créditos por experiencia profesional o exigir un desarrollo profesional específico. Esto podría cerrar la brecha entre la necesidad de trabajadores calificados y la oferta de personas dispuestas a ayudar.