Esta semana, la administración Biden anunció que renunciará a una serie de leyes federales para acelerar la construcción de nuevas barreras a lo largo de la frontera sur con México y, por separado, reanudará los vuelos de deportación a Venezuela. Las acciones representan un sorprendente cambio para un presidente que detuvo la construcción del muro fronterizo el primer día de su administración, después de prometer durante la campaña electoral que “no se construiría ni un pie más” bajo su mandato. Biden defendió la decisión de su administración de construir barreras adicionales a lo largo de la frontera con México, redoblando la idea de que no tenía más remedio que permitir la construcción después de que el Congreso se apropiara de los fondos en 2019, cuando Trump era presidente.