Los inmigrantes de bajos ingresos suelen ser el objetivo de los usureros, o tienen que depender de clínicas jurídicas gratuitas que podrían estar demasiado abrumadas con casos para aceptar nuevos clientes. En Pensilvania, existe una nueva opción para los inmigrantes que no pueden permitirse el lujo de contratar a un abogado para casos legales complicados. Capital Good Fund, una organización sin fines de lucro con sede en Rhode Island, amplió su programa nacional de préstamos de inmigración en diciembre, en colaboración con la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA). Los préstamos se pueden utilizar para una variedad de propósitos relacionados con la inmigración, incluida la solicitud de Tarjeta Verde, exámenes médicos, viajes a audiencias y representación en casos de asilo y deportación.