Texas y Oklahoma se encuentran entre los estados que han intentado implementar sus propias leyes de inmigración en los últimos años, y los legisladores estatales afirman que no tienen otra opción debido a la inacción del gobierno federal en la frontera. Hasta ahora, la mayoría de esos intentos han sido detenidos por tribunales inferiores, con el argumento de que la aplicación de la ley en materia de inmigración es competencia exclusiva del gobierno federal. A finales de junio, un juez federal bloqueó una ley en Oklahoma que tipificaría como delito estar en el estado sin estatus legal. Si bien los intentos de aprobar leyes de inmigración en estados como Texas y Oklahoma siguen bloqueados por los tribunales inferiores, en el caso de este último el juez dijo que si la Corte Suprema emitiera una orientación diferente, entonces él escucharía.