Según cifras oficiales del gobierno, el número de migrantes que han sido liberados en el interior de Estados Unidos o examinados para recibir asistencia humanitaria ha disminuido drásticamente como resultado de la decisión del presidente Biden de suspender parcialmente los procedimientos de asilo en la frontera sur. Biden ejerció una amplia autoridad ejecutiva a principios de junio para excluir a la mayoría de los inmigrantes del asilo en Estados Unidos, simplificando a los agentes de inmigración la deportación de personas que ingresan al país ilegalmente. Lo hizo a la luz del número sin precedentes de cruces fronterizos ilegales en los años anteriores. Tras la emisión de la directiva de Biden, se aceleró una tendencia que ya se estaba desacelerando en los cruces fronterizos de indocumentados durante varios meses. Los registros federales muestran que en julio hubo 56.400 inmigrantes ilegales que cruzaron la frontera sur entre puntos de entrada autorizados, la cifra más baja en más de cuatro años. Los funcionarios estadounidenses también han vinculado la disminución significativa con el aumento de las temperaturas del verano y una represión por parte de las autoridades mexicanas contra los inmigrantes que se dirigen al norte.