El Departamento de Justicia de EE.UU. demandó a Texas el miércoles por una nueva ley estatal que permite a la policía de Texas detener a los inmigrantes sospechosos de cruzar ilegalmente la frontera de Texas con México. La demanda se presentó ante un tribunal federal de Austin y en ella se nombra al gobernador Greg Abbott y al director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve Mccraw. En ella se pide al tribunal que declare inconstitucional la ley estatal e impida que Texas la aplique. La ley, que está previsto que entre en vigor el 5 de marzo, convertiría en delito estatal cruzar la frontera entre Texas y México entre los puertos de entrada. El nuevo delito es un delito menor de clase B que conlleva una pena de hasta seis meses de cárcel. Los reincidentes podrían enfrentarse a un delito grave de segundo grado con una pena de 2 a 20 años de prisión. La ley también obliga a los jueces estatales a ordenar el regreso de los migrantes a México si son condenados un juez podría retirar los cargos si el migrante acepta regresar a México. Este es el segundo desafío legal a la nueva ley de inmigración de Texas. En diciembre, la Unión Americana de Libertades Civiles, la ACLU de Texas y el Proyecto de Derechos Civiles de Texas presentaron una demanda en nombre del condado de El Paso y dos organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes, Los Americas Immigrant Advocacy Center, con sede en El Paso, y American Gateways, con sede en Austin, en la que pedían a un juez federal de Austin que impidiera a Texas aplicar la ley SB-4 y la declarara ilegal. Los tribunales federales, incluido el Tribunal Supremo de EE.UU., han dictaminado que las leyes de inmigración sólo pueden ser aplicadas por el gobierno federal