La administración Biden ha puesto en pausa una política de patrocinio de migrantes que estableció para desalentar los cruces ilegales a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México debido a preocupaciones sobre el fraude entre los patrocinadores. La política permite que hasta 30.000 inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela vuelen legalmente a Estados Unidos cada mes si los patrocinadores estadounidenses aceptan apoyarlos financieramente. La administración inició el programa por primera vez a finales de 2022 y lo amplió a principios de 2023 para disuadir a los migrantes de esos países afectados por la crisis de viajar a la frontera sur de Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Nacional dijo que dejó de emitir documentos de viaje a las personas que solicitan el programa mientras investiga las solicitudes presentadas por patrocinadores con sede en Estados Unidos. La pausa, agregaron las fuentes, fue provocada por las preocupaciones planteadas por la sección de detección de fraude de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU., que notó que un número significativo de posibles patrocinadores estaban solicitando patrocinar a múltiples inmigrantes. Desde su inicio, la política CHNV ha permitido que aproximadamente 520.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos vuelen a aeropuertos estadounidenses después de rondas de investigación de seguridad, según datos del gobierno.