Las agencias policiales locales en Oklahoma se están preparando para la implementación de la nueva ley estatal que criminaliza a las personas sin estatus migratorio legal. Algunas agencias se niegan a aplicarla, otras dicen que no tienen otra opción y todas coinciden en que la inmigración ilegal es un problema. El jefe del Departamento de Policía de la ciudad de Oklahoma, Wade Gourley, fue uno de los primeros líderes locales encargados de hacer cumplir la ley en oponerse a la medida. Dijo que su departamento, el más grande del estado, no tiene los recursos tecnológicos para hacer cumplir la inmigración en la escala que propone la nueva ley. Las personas que son arrestadas y consideradas una amenaza son señaladas, retenidas y finalmente entregadas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que es responsable de hacer cumplir las leyes de inmigración. La ley entrará en vigor la próxima semana. Si bien Oklahoma enfrenta dos demandas diferentes en un tribunal federal que pueden resultar en una pausa en la aplicación de la medida, es más probable que la policía local se vea obligada a lidiar con ella antes de que eso suceda. La SB4 de Texas, la ley que inspiró la medida de Oklahoma, también está atrapada en un tribunal federal. Y Iowa, que también aprobó una medida similar, vio anulada su versión de aplicación de la ley de inmigración a nivel estatal.